Eventos
Una admiradora del señor Barrroso nos
envía esta foto desde Tenerife.
Muchas gracias por la foto y nuestro más
sincero agradecimiento también a los habitantes de ese pueblo que decidieron
homenajear al señor Barroso poniendo su nombre al lugar en que habitan.
Y, tal como prometimos, aquí tenéis una
página del cómic de este polifacético artista.
El Gran
Libro de Autoayuda del Señor Barroso.
-30-
Casanova
Vamos a dedicar este apartado a un
famoso personaje que fue escritor, diplomático y agente secreto italiano entre
otras cosas, y que, a lo largo de su vida, tuvo 132 aventuras amorosas según su
obra autobiográfica “Histoire de ma Vie” (unas 132 más que tú).
Sus padres eran comediantes que viajaban
por toda Europa con sus espectáculos, tuvieron 4 hijos más y no deseaban que
ninguno se dedicara a ser actor. En este punto comienza su vida turbulenta,
pues en vez de elegir una vida apacible para su vástago y aconsejarle un oficio relajado como
agricultor o trabajador en las minas de sal, no se les ocurrió otra cosa que
someterlo a la educación eclesiástica del Abad Gozzi.
Con el senador veneciano Malipiero
aprendió filosofía y ciencia, pero esta relación se truncó cuando Giacomo tuvo
un lío con Teresa, la favorita del senador; y es que los senadores siempre han
tenido la piel muy fina; seguramente Casanova sólo estaba comprobando de forma
empírica los conocimientos adquiridos.
Con 21 años su madre se lo lleva a Roma
para que entre al servicio del Cardenal Acquaviva (y para que el senador se
olvide de él); su padre no los acompañó porque había muerto cuando contaba 8
años de edad[1]. Aquí se
hace fraile, lo que no le impide seguir con sus escarceos amorosos. Haciendo un
igeniosísimo juego de palabras podríamos decir que hacerse fraile no le sirvió
para cambiar de hábito.
Pasa por Corfú y Constantinopla para
volver a Venecia, se hace violinista, pero se cansa pronto de este oficio,
aunque sus vecinos ya se habían cansado bastante antes. Sus affaires son
continuos allá por donde va, lo cual podríamos considerar un incentivo más para
seguir viajando propiciado por algunos maridos que querrían discutir con él
sobre el incipiente crecimiento de unas molestas, aunque invisibles,
cornamentas.
Poco después se ofrece a ser médico de
un patricio veneciano, al que cura de un infarto y consigue que le entregue una
gran suma de dinero y lo introduzca en la magia y la cábala, dos ciencias
puras. Llega a oídos de la Inquisición la posesión de unos libros prohibidos en
su biblioteca y tiene que huir de Venecia. En estos años conoció, entre otras
mujeres a Henriette, con la que llegó a estar relacionado nueve meses, todo un
hito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario